¿Qué tal cosechar 114,8 costales de soya en una hectárea? Fue con esta productividad que los socios Éder Leomar dos Santos y Arnei Bartz se hicieron campeones en la Región Sur, en el Desafío Nacional de Máxima Productividad de Soya – Cosecha 21/22, promovido por el Comité Estratégico Soya Brasil (CESB). Dueños de la Granja VPS, en la ciudad de Camaquã, Rio Grande do Sul, usaron la plantadora Princesa y el pulverizador autopropulsado Imperador 3.0 en el área evaluada. La ceremonia de premios se llevó a cabo el día 23 de junio.

El desafío Nacional de Máxima Productividad de Soya busca recopilar datos auditados que les muestren, a los productores de soya, cómo ayudar a elevar el promedio nacional con rentabilidad y sostenibilidad, incentivando compartir informaciones entre los profesionales del agro. Esta edición recibió más de 5400 inscripciones de productores de soya de todo Brasil, de los que 52,5 % fueron solo de la Región Sur.

Éder y Arnei nos cuentan que se inscribieron en el desafío en la Categoría Secano, incentivados por los agrónomos que les prestaron servicios de consultoría a la granja. «No se alejó de lo que ya hacíamos en nuestras plantaciones. Estamos siempre buscando estabilizar la productividad. Además, nuestras áreas están siempre vinculadas a experimentos, universidades y organismos, estimulando el conocimiento. El área estaba con un potencial muy alto, realmente se confirmó», nos dice Éder, que es también ingeniero agrónomo.

Stara les rindió homenaje a sus clientes vencedores. En la foto, Éder, su esposa Paula, Leonir dos Santos (madre de Éder y Neusa), Neusa y Arnei.

 

La relación con la agricultura viene desde el nacimiento

El vínculo con la agricultura es de familia para Éder y Arnei. Cuñados y socios: Arnei está casado con la hermana de Éder, Neusa Rosane dos Santos Bartz. Arnei y Neusa son papás de Manuela y Samuel. La familia de Arnei es también de productores rurales. Éder está casado con Paula Neumann dos Santos, y juntos tienen a Martina. Sin embargo, la fortaleza de esta familia siempre fue Volmir Leomar dos Santos, padre de Éder y Neusa. Don Volmir falleció el año 2000.

Los hermanos cuentan que su padre llegó a Camaquã, en la década del 60, a trabajar en una finca. Después de algunos años, un vecino le prestó dinero para que comprase su primera área de tierra, en la que empezó cultivando verduras, frijol, maíz y, después, arroz. Neusa resalta que su padre fue siempre un visionario y buscó innovar, siendo pionero en el plantío de soya en la región. «Siempre lo admiré mucho. Su visión de futuro iba más allá de lo normal para la época», señala.

Éder cuenta que, como las propiedades de la región eran pequeñas, una siempre dependía de la otra, por eso demoraron para comenzar a plantar soya: «Las áreas quedaban inundadas por mucho tiempo. pero mi padre insistió, haciendo rotación de cultivos de soya y arroz. Las plantaciones de arroz siempre tuvieron muy buena productividad, pero apostamos en la soya».

La familia cuenta que la mayoría de los agricultores de la región no plantaba soya porque había un mal historial. «Plantaron una, dos veces y perdieron todo por causa de las inundaciones, faltaba drenaje. Comenzamos con miedo, nos arriesgamos, y los primeros años sufrimos, pero lo logramos», nos dice Éder.

«Tener un área pequeña con esta productividad es la recompensa de todo el esfuerzo en esta historia. Lo primero que me viene a la mente es papá, insistiendo en que plantemos soya cuando nadie lo hacía. No fue en vano, no fue un área preparada para ello, no fue un área específica. En realidad, fue la búsqueda constante de conocimiento que fuimos adquiriendo todos estos años, la que culminó en un pico de productividad», confiesa Éder.

Y Stara, ¿cómo contribuyó a este logro?

Los socios usaron, en el área ganadora, la plantadora Princesa y el pulverizador autopropulsado Imperador 3.0, pero ellos también cuentan con una plantadora Victória, un distribuidor de arrastre Hércules 1000, y recientemente compraron una plantadora, todas en la concesionaria Pioneira, ubicada en la misma ciudad.

Éder y Arnei destacan la excelente calidad de plantío de las plantadoras, y la agilidad y alto rendimiento del Imperador 3.0. «Como nuestras ventanas de plantío son cortas, tenemos poco tiempo. Necesitamos equipos que planten bien y rápido», dice Arnei.

Destacan también que un factor determinante en la elección de las plantadoras Stara fue la gran articulación que estas tienen: «En estas áreas pequeñas, necesitamos transportarlas mucho, por ello buscamos equipos que faciliten ese desplazamiento».

Los elogios también fueron para el desempeño del Imperador 3.0 y sus varias funciones, y para la agilidad del Hércules 1000.

Stara tiene orgullo de haber ayudado, por medio de nuestras máquinas, a la conquista de esta gran premio. ¡Agradecemos la confianza!

Informaciones:

Productividad del área evaluada: 114,80 costales/ha

Productividad promedio de la hacienda: 70 costales/ha

Tamaño de la propiedad: 1350 ha

Área destinada a cultivos: 1335 ha