Con una extensa y próspera carrera de casi 40 años de ingeniería,  Emilio Kazunoli Matsuo vio en Stara el potencial para transmitir su conocimiento, como una tutoría voluntaria, después de su jubilación de Embraer. «Sentía que debía dejar algún legado, como retorno para la sociedad por todo lo que conquisté en mi vida profesional. Tengo gran orgullo de haber crecido en el campo y, como plan de jubilación, he querido llevar a cabo un trabajo con la agroindustria: un homenaje a mi padre, que era agricultor», comenta.

Pensando en ello, hace cinco años,  Don Emilio fue a la Agrishow, en la ciudad de Ribeirão Preto, São Paulo, para analizar algunas empresas. Uno de sus requisitos era que dicha empresa prestase servicio de ingeniería en Brasil. «Visité el estand de Stara y, por suerte, encontré personas de la ingeniería. Sentí gran similitud con la Embraer cuando comencé a trabajar allá. Vi en las personas las ganas de mejorar, hacer avances, y la curiosidad de aprender más», señala.

Enseguida, Don Emilio visitó la fábrica en Não-Me-Toque, Rio Grande do Sul, invitado por el director de Investigación y Desarrollo de Stara, Cristiano Paim Buss. «Me dejó muy contento lo que encontré en Stara, el modo en que la empresa estaba trabajando, desarrollando productos para agricultura de precisión. Vi que, en esa tecnología, yo podría ayudar», destaca el señor Matsuo.

Cristiano Paim Buss nos cuenta que la tutoría de Don Emilio es más que bienvenida a Stara, y que los empleados aprovechan este momento para absorber todo el conocimiento que el señor Matsuo transmite. Las actividades hechas están basadas en asuntos incluidos por la ingeniería, según la necesidad del sector. El número de aprendices varía de acuerdo al asunto de la ponencia. Durante la pandemia, estas sucedieron de manera remota. Ahora, el ingeniero regresa para visitar la empresa — de manera presencial — cada dos meses, dictando las capacitaciones en la fábrica.

El ingeniero aeronáutico Emilio Kazunoli Matsuo es graduado por el Instituto Tecnológico de Aeronáutica – ITA. Él comenzó su carrera en la Embraer, en enero del año 1978, como ingeniero de desarrollo de sistemas integrados. Durante los casi 40 años de carrera, fue líder de grandes proyectos, llegando a ser vicepresidente y jefe de ingenieros de la Embraer.

En junio del año 2016, Don Emilio se jubiló. Al salir de la Embraer, ya contaba con un plan completo. «Fue difícil convencerlos de que mi trabajo era voluntario, pero era lo que yo había programado para mi jubilación: devolverle a la sociedad todo lo que pude conquistar con la educación a lo largo de los años. Y la agroindustria ha sido siempre parte de mi historia».

La conexión de Don Emilio con el agro es desde hace mucho. Es hijo de inmigrantes. Su madre nació en Nagasaki, Japón, y se mudó a Brasil el año 1929, con cinco años de edad. Por otra parte, su padre llegó a Brasil, en aquel entonces, como miembro de la familia de un vecino para trabajar, pues no tuvo la oportunidad de vivir su sueño de estudiar medicina. «Su vida cambió radicalmente: de estudiante a obrero manual de plantación, derribando montes para plantar café», cuenta el señor Matsuo.

Hoy, además de su trabajo de tutoría con Stara, Don Emilio hace trabajos voluntarios como en el Grupo de Apoyo a Niños con Cáncer (GACC, por sus siglas en portugués), en São José dos Campos, São Paulo, y es también presidente del Consejo Administrativo de INVOZ – Integrando Voces para el Futuro, una asociación sin fines de lucro que reúne personas y empresas con diferentes conocimientos dispuestas a unir esfuerzos e impartir conocimientos basados en la educación, cultura y emprendimiento.

En su trabajo hecho con Stara, el señor Matsuo resalta la importancia de este sector para el país. «La misión de Stara es muy noble: ayudar a servir no solo al país, sino al mundo con alimentos, gracias a las máquinas agrícolas que fabrican». Y nos cuenta que los valores que ha encontrado en la empresa son importantes para su vida: «En el trabajo con agricultura de precisión y en el espíritu empresarial es necesario tener valentía para desarrollar e implementar nuevas tecnologías. Aquí, en Não-Me-Toque, tenemos una de las mejores empresas del país, que solo propende a crecer y tiene la capacidad de proyectarse mundialmente», enfatiza.

Conocida por su ADN desarrollador, Stara se enorgullece de formar estas alianzas que solo refuerzan el mayor objetivo de la empresa: seguir en Evolución Constante.